Este domingo visitábamos Leganés.
Si el partido en nuestro campo nuestro
rival fue muy agresivo, siempre contactando contra nosotras y rozando la falta,
en esta ocasión no iba a ser distinto.
La primera parte fue desconcertante,
nosotras no éramos ni una sombra de nuestro juego habitual, mientras que Leganés
cumplió lo esperado. En esta parte, para olvidar, sólo fuimos capaces de hacer
11 puntos, encajando 31. Parecía que el partido iba camino de un resultado de
escándalo y que acusábamos más de lo esperado las ausencias de Cristina y Marta
Gomez.
El descanso nos sirvió para centrarnos y confabularnos. El objetivo
era tirar abajo los 10 puntos de ventaja en cada cuarto y nos pusimos a
ello.
Estos cuartos defendimos magnífico y desde ahí fuimos capaces de
correr. Nuevamente nuestras rivales optaron por cortar nuestras contras con
faltas, pero aún así no eran capaces de pararnos. En el minuto del tercer cuarto
el parcial era 1-13, pero el cansancio hizo mella y encajamos un 7-0 en el
final. El inicio del último cuarto fue un poco más de lo mismo, parcial 0-9 a
nuestro favor que nos colocaba a tan sólo seis puntos. Como es lógico el brutal
esfuerzo realizado nos hizo cometer errores lógicos cuando no podíamos
permitírnoslos.
A pesar de no llegar a rematar, demostramos nuestro enorme
corazón. Hay que aprender que por muy raros, duros o incomprensibles que se
pongan los partidos hay que seguir agarradas a ellos, salirse de un partido nos
obliga a hacer un esfuerzo titánico para volver a estar en ellos.
Lo positivo
es que siempre que queremos, podemos.
El resultado:
BALONCESTO LEGANÉS - 45 * MARIANISTAS AMORÓS - 39
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