El partido contra el rival más fuerte del grupo demostró dos
cosas, una primera es que se necesitan 40 minutos, y no podemos bajar los
brazos por recibir un par de canastas tontas o perder dos o tres balones, la
segunda es que hemos vuelto a demostrar que somos capaces de jugar buen
baloncesto y ser agresivos en defensa, hemos vuelto a entrenar con ganas y es
normal que en poco tiempo no podamos llegar al nivel que estábamos, pero volvemos
a una buena línea de trabajo con la que seguiremos mejorando como jugadores y
equipo.
El resultado:
MARIANISTAS AMORÓS - 48 * BALONCESTO LEGANÉS - 52
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